Para la valoración del riesgo quirúrgico de un paciente, el índice más utilizado es el de la American Society of Anesthesiologists (ASA), en Europa, también se ha utilizado la encuesta EMRRH, para estudiar la prevalencia de los antecedentes médicos. No valorándose en ellas parámetros como el tratamiento odontológico a realizar. En la odontología existen características y circunstancias especiales que la hacen diferente, que condicionan, que en determinadas situaciones el riesgo de sufrir complicaciones por parte de nuestro paciente no se corresponda con el índice ASA.

En los últimos años estamos viviendo un auge de la investigación médica, lo cual lleva a mantener con vida a pacientes que hace pocos años estaban condenados a no vivir. Esto se consigue a costa de polimedicación, implantación de aparatología (marcapasos, desfibriladores, stent, prótesis articulares…), trasplantes de órganos, inmunosupresión… La mayoría de ellos se incorporan a su vida social, e incluso a la laboral, siendo demandantes de asistencia odontológica.

Hemos elaborado un índice de riesgo propio para el paciente odontológico, para ello adecuamos el índice ASA a las peculiaridades propias de la profesión dental, ligándolas con la técnica terapéutica a utilizar.


Para conseguir nuestro objetivo hemos actuado sobre varios puntos:

Analizar las diferentes patologías médicas que puedan interferir con el tratamiento odontológico.
Tener un conocimiento exhaustivo de los fármacos, no sólo de los que componen nuestro arsenal terapéutico, sino de la farmacopea general.


La Historia Clínica es la base donde se sustenta la fiabilidad de nuestro trabajo en el gabinete. Hay un dicho que corre de boca en boca: “lo que no está escrito en la historia clínica, no se ha hecho”, es decir, no se ha preguntado o no se ha realizado. Tenemos que tener presente que el paciente no sabe medicina, y por ello la importancia que le da a cada enfermedad está muy ligada con sus vivencias.

La metodología con la que trataríamos cada patología general o situación especial sería:

Repercusión sobre el acto odontológico, ya sea de forma local como en radioterapia de cabeza y cuello o sistémica como en la insuficiencia renal.
Circunstancias a evitar (riesgos en el acto odontológico).
Actitud del odontólogo (tratar, corregir, consultar con su médico…). Se incluyen las medidas a tomar para reducir el riesgo.
Circunstancias a tener en cuenta durante el tratamiento.
Posibles complicaciones posteriores al tratamiento odontológico.

'Lo que no está escrito en la historia clínica, no se ha hecho'